La historia del Rey Arturo, ¿mito o realidad?

La historia del Rey Arturo, el Mago Merlín, Lanzarote el Largo (Lancelot), Ginebra y los caballeros de la mesa redonda es una leyenda única, tanto que resulta fascinante pensar que aquellos hechos pudieran ser reales o al menos, parte de ellos.

¿De dónde parte la historia del Rey Arturo?, ¿es mito o realidad? Analizamos esta esta fascinante historia de reyes medievales, caballeros valerosos, magos, damas con poderes y espadas mágicas.

La historia del Rey Arturo: escritos y tradición oral

De haber existido, algunos creen que el Rey Arturo habría vivido en la Gran Bretaña del siglo VI, en un territorio que acababa de ser abandonado por las legiones romanas tras cuatro siglos de ocupación. Los habitantes de aquellas tierras, britanos, se encontraron desprotegidos y fueron atacados por los anglos, los sajones y los jutos paganos. 

En ese entorno convulso y caótico surge la historia del Rey Arturo, un "líder guerrero" que luchó junto a los reyes britanos contra sus enemigos, así al menos se menciona en la "Historia Brittonum", un escrito atribuido a un monje celta que vio la luz en el siglo VIII y donde aparece por primera vez este personaje de leyenda. 

La historia de este rey se transmitió de boca en boca en esta etapa inicial de la Edad Media, en la que se habla de un personaje que luchó contra seres sobrenaturales, que dormía en montes huecos y que realizó grandes gestas durante sus viajes. 

Volvemos a leer sobre él en un escrito mucho más tardío, en la "Historia de los reyes de Britania", de Geoffrey de Monmouth, del siglo XII. Posteriormente Robert Wace, escribió una versión francesa de esta historia para Enrique II y Leonor de Aquitaria en la que aparece por primera vez la mesa redonda. Una dama de la hija de la reina Leonor, añadió las primeras versiones de la historia de amor entre Lancelot y Ginebra y mencionó al Santo Grial. 

Cuántas más vueltas daba la historia, más sucesos nuevos aparecían en ella: el mago Merlín, Morgana la Fée, Parsifal, Galvan... Esto hace que, la importancia del Rey Arturo, quede en ocasiones relegada por toda la historia que ocurría en el fascinante reino de Camelot. 

La leyenda del Rey Arturo

La mitología artúrica cuenta que Arturo nace de la unión del rey de los britanos, Uther Pendragon con la mujer de su enemigo, Igraín. Para poder llegar hasta ella, Merlín transformó a Uther en doble de su rival, así fue como pudo llegar al castillo sin levantar sospechas y estar con Igraín, sin que nadie, ni siquiera ella, supiera quién era en realidad. Así fue concebido Arturo.

Al morir el esposo de Igraín en el campo de batalla, Uther pidió la mano de su amada, quién aceptó, por lo que Arturo fue legitimado como heredero al trono. No se sabe si Igraín llegó a saber alguna vez del engaño porque no vuelve a aparecer en los relatos, pero sí se cuenta que aportó al matrimonio varias hijas, hermanastras de Arturo, una de ellas Morgana la Fée, que sería una poderosa hechicera y una de las peores pesadillas de Arturo. 

Los años de juventud de Arturo

Merlín vaticinó la pronta muerte de Uther y una serie de peligros para Arturo, por lo que le apartaron del reino para vivir con una familia con la que creció. Uther murió, tal y como predijo Merlín y, durante quince años, su reino se sumió en el caos.

Hasta que, un buen día sucedió algo. En un cementerio apareció una piedra y un yungue, en el que había encajada una pesada espada con la siguiente leyenda "Quien consiga sacarla de este yunque, será rey de Inglaterra".

Excalibur

Así fue como se celebró un torneo en Londres seguido de una prueba para ver quién era capaz de extraer la espada. Hacia allí se encaminaron muchos caballeros, entre ellos el joven Arturo acompañando a sir Ector, escudero del caballero Cay. Cuando mandan a Arturo a buscar la espada de Cay se encuentra con la espada del cementerio y, la extrae sin esfuerzo alguno. Así fue como reconocen a Arturo como gobernante legítimo del país. 

Arturo intentó reestablecer la orden en su recién instaurada corte y, entre otras aventuras tuvo que ir a visitar a la Dama del Lago, una hechicera quien le entregó la espada encantada Excalibur, tras romperse la que le coronó como rey. Excalibur tenía el poder de hacer invencible a su portador, con ella libró al país de bandidos y acabó con el caos reinante. 

La reina Ginebra y los caballeros de la mesa redonda

Arturo se enamoró de Ginebra nada más verla, era la hija del rey Leodagán y su belleza era incomparable. Al casarse, recibió como regalo de boda por parte de su suegro, la gran mesa redonda. Arturo se la llevó a la corte de Camelot, la colocó en un gran salón y anunció que, cualquier caballero de buena posición que jurara proteger a los débiles e inocentes, sería bien recibido en la mesa redonda, en la que ningún hombre era más importante que otro. Todos los asientos fueron ocupándose y solo quedó uno, según Merlín reservado para el más perfecto de los caballeros. 

Estos caballeros se enfrentaron a hazañas heróicas en busca de la justicia pero, de entre todos ellos, el mejor era Lancelot o caballero del Lago, criado por la Dama del Lago y cuyas gestas eran tales que nadie podía derrotarle.

Sin embargo, Lancelot faltó a la lealtad de su rey Arturo porque se enamoró de Ginebra, un hecho que acabaría con Camelot y todo lo que representaba.

El final de Camelot

Arturo se hacía mayor, muchos caballeros habían partido en busca del Santo Grial y jamás regresaron. En Camelot ya no reinaba la felicidad y, algunos caballeros que envidiaban a Lancelot, decidieron sacar a la luz su romance con Ginebra.

Les sorprendieron en la cámara de la reina y quisieron acabar con Lancelot, quien escapó, por lo que propusieron quemar a Ginebra por adúltera. Arturo, no tuvo más remedio que rendirse ante la ley pero, el día de la ejecución Lancelot se abrió paso junto con sus seguidores, liberaron a Ginebra del poste y huyeron. 

Los seguidores del rey Arturo le convencieron para que sitiara el castillo de Lancelot y, finalmente le retaron a un combate singular. Lancelot salió vencido, aunque no muerto. Pero, la mesa redonda, ya fracturada, y los caballero, ya separados, lucharon por hacerse con el reino de Arturo. Partidarios del legendario rey, pidieron ayuda a su antiguo aliado, Lancelot, quien no llegó a tiempo para salvar al rey Arturo de la espada de Mordred. En su agonía, entregó Excalibur al único caballero que le quedaba, Bedevere para que la arrojara al lago. 

Cuando la espada volaba por encima del lago, una mano surgió de las aguas y la agarró llevándola al mundo sobrenatural donde había sido forjada. Ante su final, Bedeveree acercó al rey moribundo a la orilla del lago donde se acercó una barca de velas negras. Allí, la Dama del Laog y Morgana la Fée, lo colocaron en la barca y se alejaron a la isla de Avalon, donde todavía hoy reposa esperando el momento de regresar a Inglaterra en sus horas de más necesidad. 

Conclusión

Algunos historiadores creen que el rey Arturo, despojado de toda la tradición popular y la mitología que le añaden en poemas y relatos posteriores, pudo vivir en el siglo VI.

Otros sitúan la existencia de este venerado rey en el siglo XII e incluso. E incluso hay quien se remonta al siglo II d.C, y se asocia a Ludius Arturius Castus, un general romano destacado en la región costera del noroesta francés, que puede ser el germen de esta historia. 

Algunos aseguran que es un personaje literario y otros que su leyenda procede de algún antiguo dios celta. 

¿Es el rey Arturo real o mito? Los arqueólogos no han podido encontrar ni un solo resto que atestigüe su existencia, por lo tanto, solo nos quedan las conjeturas e hipótesis sobre la existencia del legendario rey Arturo de Camelot.