Qué es la listeriosis y cuáles son sus síntomas
Intoxicación alimentaria por Listeria: causas y tratamiento
La listeriosis, una enfermedad desencadenada por una bacteria, puede no ser más que una intoxicación alimentaria para algunas personas, sin embargo, para algunos grupos de riesgo, contraer la listeria puede ser realmente grave, tanto que puede llegar a ser mortal.
Según CDC (Centro para el Control y Prevención de enfermedades), se producen cada año 260 muertes relacionadas con esta enfermedad. En Quonomy.com te explicamos qué es la listeriosis y cuáles son sus síntomas.
Qué es la listeriosis
La listeriosis es una infección que se transmite al ser humano a través de la ingesta de comida contaminada por la bacteria Listeria monocytogenes. Ésta es un tipo de bacteria muy presente, común y extendida en la naturaleza que suele encontrarse en el suelo, el agua, en la vegetación en descomposición y en los intestinos de muchos animales. También puede encontrarse en la industria alimentaria (suelo, paredes, techos o herramientas de procesado de alimentos).
Las personas podemos contraer esta bacteria a partir de la ingesta de alimentos que la contienen. Entra en nuestros hogares a través de alimentos crudos o productos elaborados en plantas de alimentación que están contaminadas. Está presente con frecuencia en carnes frías que no se han procesado adecuadamente o en productos lácteos elaborados con leche no pasteurizada, es decir, leche en la que no se ha seguido un procedimiento para matar gérmenes.
Estas bacterias, a diferencia de otras, es altamente resistente. Puede crecer y multiplicarse en alimentos que se conservan refrigerados si previamente están contaminados, ni siquiera la congelación detiene a la Listeria. Además, entrar en contacto con animales de granja infectados también puede propagar esta infección.
Es una bacteria que no provoca una degeneración en los alimentos, ni se puede ver u oler.
Qué alimentos pueden contener Listeria
Los alimentos con un mayor riesgo y que están asociados a la propagación de la infección alimentaria por listeriosis son:
Embutidos sin envasar o cortados en rodajas y listos para comer, como los que puedes encontrar en mostradores de bares o supermercados.
- Carnes y aves.
- Salchichas.
- Paté refrigerado para untar.
- Leche y lácteos diversos no pasteurizados.
- Quesos blandos y semiblandos para untar como Brie, Cambembert, Feta, queso azul, ricotta...
- Marisco refrigerado: ostras, sashimi, sushi, ahumados, gambas peladas...
- Frutas y verduras preparadas o envasadas.
- Melones.
Cómo saber si tengo una intoxicación alimentaria por listeriosis
Si contraes listeriosis a causa de haber comido un alimento contaminado con Listeria, puedes no notar los síntomas de forma inmediata. En ocasiones, su período de incubación es largo, más de cuatro semanas, por lo que los síntomas podría aparecer a los pocos días o tras más de un mes después de haber ingerido la bacteria.
Es una enfermedad que puede pasar como leve en algunas personas con síntomas clásicos de intoxicación como:
- Diarrea.
- Náuseas.
- Dolores musculares.
- Fiebre.
Sin embargo, si la bacteria la contraen personas en grupos de riesgo como son embarazadas, personas con el sistema inmune debilitado, niños, adolescentes o ancianos, puede llegar a ser una enfermedad muy grave. En estos casos, se pueden producir síntomas como:
- Dolor de cabeza.
- Rigidez en el cuello.
- Confusión.
- Pérdida del equilibrio.
- Convulsiones.
Ante estos síntomas y siendo una persona de riesgo es de gran importancia acudir cuanto antes a urgencias ya que puede incluso llegar a atacar el sistema nervioso y derivar en meningitis, una enfermedad muy grave que puede ser mortal.
Diagnóstico de la listeriosis
La intoxicación por listeriosis puede ser detectada a través de un análisis de sangre. Ya que el tiempo de incubación es tan grande, de 3 a 70 días, es posible que dudes si, durante este tiempo puedes transmitir la enfermedad a otros.
La realidad es que, no se transmite de persona a persona, excepto en el caso de la embarazada que sí puede pasárselo al bebé en desarrollo.
Prevención: ¿Me puedo proteger contra la listeriosis?
No existe ninguna vacuna que nos prevenga contra esta infección alimentaria, por lo tanto, la principal medida que puedes llevar a cabo para evitar una intoxicación es:
- Evitar los lácteos no pasteurizados (leches, quesos y derivados).
- No tomar alimentos en puestos callejeros sin certificado de sanidad.
- Lávate las manos y las herramientas antes y después de cocinar, la mala manipulación de alimentos y la falta de higiene es un factor de riesgo en el contagio.
- Lava las verduras antes de consumirlas con abundante agua.
- Cocina las carnes a 71º para matar la bacteria.
- Mantén embutidos, carnes y aves crudas en la nevera alejadas de otros alimentos.
- Mantener la temperatura del frigorífico a 4º o inferior.
- Guarda los alimentos cocinados en la nevera el menor tiempo posible, en recipientes cerrados y lejos de alimentos crudos.
- Respeta la fecha de caducidad de los alimentos precocinados.
- Toma los fiambres y carnes frías entre tres y cinco días tras la apertura del paquete.
Riesgos de la listeria en embarazadas
Si estás embarazada, extrema la precaución con los alimentos que tomas, los efectos de la listeriosis pueden ser muy graves para tu bebé, desde sufrir un aborto espontáneo a tener un parto prematuro. Incluso el bebé podría nacer portando la infección teniendo graves secuelas para su desarrollo.
Es por ello que, una de las recomendaciones más frecuentes en embarazadas pasa por no tomar alimentos crudos o poco cocinados. En estado de gestación se han de eliminar de la dieta las carnes crudas, carnes crudas, verduras sin lavar, patés o quesos no pasteurizados. Además de extremar las medidas de higiene alimentaria.
Cuál es el tratamiento para la listeriosis
Si crees que puedes tener una intoxicación alimentaria has de acudir a tu centro de salud, tras el diagnóstico, y en caso de tratarse de listeriosis, tu médico te recetará un tratamiento antibiótico.
Los antibióticos sirven para acabar con las bacterias presentes en el intestino de la persona infectada y evitar que se multipliquen. Además, te podrían recetar algún medicamento antipirético, en caso de fiebre alta.
En casos más graves, como en mujeres embarazadas, se suele tratar con otro tipo de antibiótico que evita que la bacteria produzca más proteínas. En personas mayores con tensión alta se puede tratar con fármacos cardíacos y, ante la presencia de meningitis el tratamiento pasa por aplicar corticoides.
En los casos más graves, el tratamiento precoz es clave para evitar un desenlace fatal.