Por qué siento tensión en la mandíbula y cómo aliviarlo
Trastorno de la articulación temporomandibular, ¿qué es y cómo combatirlo?
Toda esa tensión que vamos acumulando a lo largo del día suele acumularse en distintas zonas del cuerpo: la espalda, el cuello, los hombros y, sí, también la mandíbula. Esta zona puede ser un lugar importante donde se va acumulando el estrés físico.
¿Tú también sientes tensión en la mandíbula? Descubre cuáles son las causas más frecuentes para esta molestia y qué puedes hacer para aliviarla.
Cómo funciona la mandíbula
Para saber el por qué sientes tensión en la mandíbula, antes es importante conocer cómo funciona esta parte del cuerpo. La mandíbula está formada por un conjunto de huesos que, sostiene los huesos y consta de dos partes bien diferenciadas:
Maxilar superior: no se mueve.
Maxilar inferior: se puede mover al hablar o masticar.
La articulación temporomandibular es la que permite mover la mandíbula en tres direcciones y además es el lugar dónde se encuentra con el cráneo. Puedes mover la mandíbula hacia delante, hacia abajo y hacia los lados.
Usamos la mandíbula en muy distintas situaciones cotidianas:
- Bostezar.
- Reír.
- Hablar.
- Masticar.
- Cerrar la boca.
- Mascar chicle.
- Morder las uñas o un lapicero.
- Chupar un caramelo.
- Rechinar los dientes.
Por qué siento tensión en la mandíbula
Además de las funciones antes mencionadas de la mandíbula, solemos ejercemos presión al chocar la mandíbula inferior con el maxilar superior y esto lo hacemos con más frecuencia de la que imaginamos. ¿Por qué? Solemos apretar la mandíbula cuando sentimos estrés, ansiedad, nervios, enfado u otras emociones.
Y, esta costumbre de apretar la mandíbula cuando sentimos algunas emociones puede hacer que, en determinadas situaciones acumulemos tensión en ella, provocando un agarrotamiento, dificultad para moverla e incluso dolor.
El estrés que puedes acumular la mandíbula puede llevarte a sufrir un trastorno de la articulación temporomandibular, un término que se utiliza para referirse al dolor agudo o crónico en la mandíbula.
Este dolor está causado por el efecto del estrés físico en las estructuras alrededor de la articulación, incluido los músculos de la cara, cuello y mandíbulas, los ligamentos, los dientes cercanos y el disco de cartílago en la articulación.
De hecho, por la articulación atraviesa el nervio trigémino, es el nervio craneal más grande y es el responsable de las sensaciones en toda la cara y funciones motoras como tragar, masticar o morder.
Cuáles son los síntomas de la tensión en la mandíbula
- Puedes sentir que la mandíbula está parcialmente bloqueada y no se mueve con la libertad con la que lo hace habitualmente.
- Es posible que sientas que suena una especie de “clic” al abrir y cerrar la boca.
- Notas dolor al intentar abrir la boca completamente o incluso notas que es imposible hacerlo.
- Tienes sensación de boca seca o ardor en la boca.
- Puedes llegar a notar una pérdida de audición.
Efectos secundarios del trastorno temporomandibular
Rechinar los dientes, masticar mucho chicle o morderse constantemente las uñas, junto con el estrés, puede conducirte a tener molestias en la mandíbula, pero además, el dolor puede extenderse y sufrir:
- Dolores de cabeza.
- Molestias en el oído.
- Dolor de dientes.
- Dificultad para masticar.
Cómo acabar con el dolor en la mandíbula
Ahora que entiendes por qué has estado acumulando tensión en la mandíbula y sientes dolor o imposibilidad de usarla en toda su capacidad, es hora de saber cómo aliviar esta tensión y recuperar su movilidad:
Técnicas de relajación
Ya que, el estrés es el principal causante de la tensión en la mandíbula, tu objetivo es eliminar ese estrés y aprender a relajarte. Intenta practicar técnicas de relajación como el mindfulness, yoga, relajación diafragmática, relajación muscular de Jacobson u otros métodos para reducir el nivel de estrés sobre tu cuerpo y tu mente. No solo comenzarás a notar un alivio en todos los músculos donde has ido acumulando tensión, sino también en la mandíbula.
Elimina los malos hábitos
Además del estrés, otros detonantes para sufrir el trastorno de la articulación temporomandibular son mascar chicle de forma frecuente, morderse las uñas, bolígrafos, bruxismo, gingivitis o problemas de la mordida. Por lo tanto, ponerle solución tanto a los malos hábitos y eliminarlos como, acudir al dentista a solucionar problemas de la boca, te ayudará a eliminar tensión en la mandíbula.
Realiza un masaje de mandíbula
- Coloca las yemas de tus dedos en cada lado de la cara, nota el hueso de la mandíbula y presiona simétricamente en estas dos zonas. Aplica presión suave y suelta diez veces.
- Utiliza las yemas de dos dedos y colócalos en la zona de la musculatura de la mandíbula, en esa zona que se encuentra bajo el pómulo y hacia las sienes. Realiza una ligera presión en esa zona. Aprieta y suelta varias veces.
- Realiza un masaje circular con una ligera presión en esta zona y ve subiendo poco a poco hacia la zona de las sienes, hasta llegar por encima de la cabeza. Comienza de nuevo en la musculatura de la mandíbula y ve dirigiéndote hacia la zona superior de las orejas. Repite varias veces.
- Mueve la mandíbula hacia la izquierda y déjala fíja durante unos segundos, repite este movimiento hacia la derecha.
- Mueve la mandíbula hacia delante y mantenla fija durante unos segundos.
- Coloca tu pulgar bajo la barbilla y presiona un poco. Ahora abre la boca manteniendo la presión en la barbilla y repite 10 veces.
- Para estirar la mandíbula, abre la boca hasta donde puedas y ve cerrándola lenta y controladamente. Repite el ejercicio abriendo la boca hacia el lado izquierdo lo más que puedas. Hazlo de nuevo hacia el lado derecho de la boca.
- Realiza el acto de sonreír, este movimiento alivia la tensión de la mandíbula y relaja los músculos faciales.
Todos estos ejercicios sirven para masajear y estimular los músculos de la mandíbula.
Qué hacer si no noto alivio en la mandíbula
Si el dolor en la mandíbula es intenso y no cede con el tiempo o los ejercicios de relajación es posible que tengas que acudir a distintos especialistas:
Dentista en caso de que el origen sea el brusixmo, una mala mordida o gingivitis.
Psicólogo si el estrés gobierna tu día a día de tal forma que está afectando a tu calidad de vida.
Fisioterapeuta: puede ayudarte a aliviar las molestias estructurales mediante masajes en toda la zona craneal y cuello.